06 marzo 2006

PLANES Y PROGRAMAS: SIN NOVEDAD EN LA UE

Hace pocos días que se ha publicado el BALANCE INTERMEDIO del PROGRAMA DE ACCIÓN EUROPEO DE SEGURIDAD VIAL, iniciado con los planteamientos del Libro Blanco del transporte de 2001.
El balance viene a decir lo del pastor con las ovejas blancas y negras… que salvo el color, lo demás todo igual.
Y ello queda claro en los muertos, el balance dice así:

“Por lo que se refiere a la evolución del número de muertos entre 2001 y 2004, nueve Estados miembros (Alemania, Estonia, Francia, Italia, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Portugal y Suecia) registraron una reducción más rápida que la media de los veinticinco (-14%); otros ocho Estados miembros (Bélgica, Dinamarca, Grecia, España, Irlanda, Austria, Finlandia y el Reino Unido) registraron avances limitados (reducción de al menos el 5 % pero inferior a la media); otros seis (República Checa, Letonia, Hungría, Polonia Eslovenia y Eslovaquia) progresaron de forma muy limitada y, en algunos casos, incluso, retrocedieron (evolución máxima del 5 %, en términos positivos o negativos con respecto a las cifras de 2001), mientras que la situación se deterioró en Chipre y en Lituania.”

El objetivo del Programa (o Plan) consiste en reducir las víctimas al 50% para el 2010. Pero las variaciones a mejor que se han registrado en algunos países (-14%), no superan el umbral de lo estocástico.
Y tratándose precisamente de fenómenos violentos con un proceso claramente estocástico, las variaciones registradas no dicen que lo hecho haya modificado sustancialmente la seguridad vial en la UE, por eso digo que: SIN NOVEDAD.
El objetivo del Programa de la UE se ve algo crudo… sólo quedan unos cinco años… y lo peor es que no se ven muchos cocineros.
¿Podemos hacer planes y programas de seguridad vial, sin tener claro qué es seguridad vial y cómo se consigue? Pues más bien no.
Como siempre, sin teoría no es posible planificar metodología que sirva para algo más que para hacer experimentos y desperdiciar recursos. Pero claro, ante tantas especulaciones con estadísticas e ideas… definitivas. ¿Quién escucha y entiende a los teóricos?
Observar y razonar no está de moda, y con eso es con lo que se obtienen los conocimientos básicos necesarios con los que se conforman las teorías validas.
Y como de fútbol y de tráfico sabe casi todo el mundo… para qué las monsergas teóricas.
Pero el asunto sigue siendo invariable: o nos atenemos a los hechos y a porqué suceden, dejando libre la imaginación para buscar soluciones; o libertándonos de los hechos y sus causas, quedamos presos de nuestras imaginaciones.
¿Te ha gustado? Pues no es mío, muchos lo han dicho y justificado de varios modos durante siglos y siglos.
Pero oye, ni caso… ¡cada uno a su bola!

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