14 febrero 2010

Señalización y balizamiento: un problema técnico sin resolver (Ponle Freno)

Señalización y balizamiento: un problema técnico sin resolver (Ponle Freno).

Luis M. Xumini.


“Lo malo no es sólo que haya accidentes de tráfico, sino lo poco que sabemos de por qué se producen y lo poco que hacemos para evitarlos” Albert Einstein.

El sistema viario es un sistema tecnológico complejo y el principal sistema de transporte de la sociedad, que tal y como lo conocemos se ha construido y desarrollado durante el siglo XX con la incorporación del automóvil como elemento dinámico del sistema. Sin embargo, no se ha construido y gestionado con el nivel tecnológico necesario para que el sistema funcione bien, sea seguro y cumpla sus funciones en la sociedad. En otras palabras: no se ha hecho para facilitar las cosas a las personas, para satisfacer sus necesidades ni tampoco para fomentar su seguridad.

En esas condiciones, cuanto más lo usa la sociedad para satisfacer sus necesidades de transporte, más se agravan los efectos adversos que produce y que, además, pueden interaccionar entre sí. Los síntomas más inmediatos y evidentes de que el sistema no está configurado correctamente, de que está funcionando mal y de que es inseguro, son tres efectos adversos característicos: la congestión, la falta de espacio para parar y estacionar, y la siniestralidad.

Lejos de las creencias populares y de las falacias de la pseudociencia, la siniestralidad es la consecuencia de la inseguridad del sistema viario, por no construirlo y gestionarlo resolviendo los múltiples problemas técnicos que hacen que sea tan inseguro.

“No hay sino un medio de evitar accidentes en los caminos, es hacer que sean improbables, pero no improbables para una especie ideal, inexistente, de conductores o peatones prudentes, atentos, inteligentes, de rápida reacción, sino para los hombres tal cual son o tal cual llegan a ser en las diversas circunstancias de la vida diaria." Pascual Palazzo, 1937.

El funcionamiento del sistema es por las interacciones, complejas y poco conocidas, que se producen entre los elementos naturales y artificiales que lo configuran, por ello las características de las infraestructuras son tan determinantes de la siniestralidad y de la seguridad, porque son muy determinantes en el funcionamiento y en el fallo del sistema.

Los peatones y conductores son el procesador natural que transforma la información que percibe de los demás elementos del sistema en acciones para generar y equilibrar el movimiento, por ello la ergonomía es materia fundamental de la Ingeniería de la seguridad viaria. Su objetivo es asegurar que los humanos y la tecnología operen en completa armonía, manteniendo los elementos tecnológicos y las tareas de acuerdo con las características y capacidades humanas, sin contradicciones con las leyes naturales que rigen en la actividad.

La señalización y el balizamiento son elementos tecnológicos esenciales en la Ingeniería de la seguridad vial, dado que transmiten información que es imprescindible para el correcto funcionamiento del sistema y la seguridad del tráfico.

Las deficiencias ergonómicas de la señalización y el balizamiento actual, por carencia, mal diseño, mala construcción, mala ubicación, mala conservación o por incoherencia, es uno de los problemas técnicos sin resolver que hacen que el sistema viario sea tan inseguro. Problema técnico que afecta a todas las vías, pero con mayor incidencia y gravedad en la red secundaria y local de carreteras, y en las zonas urbanas, precisamente donde más castiga la siniestralidad.

Resolver ese problema técnico es responsabilidad exclusiva y propia de las administraciones viarias, que deben llevarlo adelante sistemáticamente solucionando carencias y defectos, tanto en planes de adaptación ergonómica de la señalización y el balizamiento existente, como en las tareas de conservación y mantenimiento, además de solucionar las carencias y deficiencias que informan las policías de tráfico que custodian y vigilan el tráfico y su seguridad.

Iniciativas ciudadanas como PONLE FRENO no tienen la capacidad de resolver el problema y reducir los riesgos y los siniestros que produce. Pero sí de ponerlo de manifiesto a la sociedad, mostrando que ese problema técnico es también un problema humano y social de envergadura, que tiene importantes consecuencias económicas por los costes sociales de la siniestralidad que produce, y que afecta a la supervivencia y a la integridad física de las personas que transitan por las vías. No se necesitan más razones para ir solucionándolo sistemáticamente, aprovechando los conocimientos, los recursos y las inversiones disponibles; más bien se trata de aceptar un compromiso imprescindible para la seguridad y la calidad de vida de las personas.

“El cuidado del hombre y de su destino deben constituir el interés principal de todos los esfuerzos técnicos. No olvidéis esto jamás entre vuestros diagramas y ecuaciones.” Albert Einstein.