08 mayo 2006

EL DESCONCIERTO NACIONAL Y LA SOLUCIÓN INTEGRAL

Al hilo del post anterior, en España los legos siguen hablando sin saber de causas y soluciones, hablan y hablan de riesgo y seguridad, pero sin definir qué es riesgo y qué es seguridad en el sistema viario. Vamos, que ni siquiera saben qué significan las palabras que emplean, y ya me contarás qué puede salir de todo ese decir, que se mantiene porque los muertos del puente festivo del 1 de Mayo han superado a los del año pasado, que fueron 40 y ahora unos 58.

Está claro que hay bastante desorientación y perplejidad; por eso digo que es el desconcierto nacional, porque no falta quien cree que esto se va de las manos por el aumento de víctimas. Aunque en realidad no es así, el tráfico en España no está ni peor ni mejor que antes de Semana Santa, simplemente se lo parece a los legos, que no entienden el proceso genético de los accidentes y las víctimas, y sólo ven los resultados estadísticos, no la realidad que los produce. Si lo supieran, no les sorprenderían estas variaciones y hasta más gordas, porque son normales aunque no se lo crean.

Claro, que están muy acostumbrados a oír las predicciones e interpretaciones que hace la pseudo-ciencia, y los desorienta más. Pero la pseudo-ciencia no puede predecir, es imposible, para predecir fenómenos violentos con algo de acierto, hay que saber cómo y por qué suceden los fenómenos violentos que se van a predecir. Y la pseudo-ciencia no puede hacer eso, porque lo primero que hace es saltarse a la torera la metodología de la ciencia, y por lo tanto no puede saber con acierto ni cómo ni por qué. Sólo puede especular y vete a saber con qué, porque esa es otra, la pseudo-ciencia no distingue bien entre realidad e imaginación, y no pocas veces le hace la competencia a los cineastas.

Pero diga lo que diga la pseudo-ciencia y el ejercito de opinantes, la realidad del sistema viario seguirá imponiéndose tozudamente, porque es lo que tiene la realidad, que pasa de lo que digan unos y otros y sigue su marcha tal cual es.

Después de la cosecha de muertos de Semana Santa, los políticos españoles andan tirándose chinazos. Y no sé para qué, porque eso de ponerse verdes unos a otros no tiene utilidad para mejorar la seguridad de un sistema técnico de uso social, del que nadie se escapa.

Un partido político ha propuesto la creación de una Secretaría de Estado de Seguridad Vial, que reúna a los ministerios y organismos que tienen facultades sobre el tráfico. Y además propone una Ley Integral de Seguridad Vial.

Digo yo que sabrán qué es seguridad vial y cómo se consigue. Porque si no lo saben, poca eficacia puede tener la Secretaría que proponen, dado que para hacer con acierto y efectividad hay que saber, hay que tener conocimientos especializados (ciencia), y se le llama técnica. No basta con crear órganos administrativos con más o menos competencias.

Y desde luego, hablar de normativa integral de seguridad vial, sin saber qué es seguridad vial y cómo se consigue, se puede entender como reacción al estado de excitación existente (alimentado por el ejercito de legos opinantes). Pero, no se puede creer seriamente que eso sirva para algo, porque sin conocimiento (sin verdad), no se puede estabilizar la seguridad material del sistema viario, ni hacer normas que sirvan para lograrlo.

Está claro que en tráfico la llevamos clara, que seguimos instalados en la incoherencia, en el sin sentido y la sin razón, y en el relativismo de la verdad, que nos condenan a la especulación y a la incertidumbre, y sin saber la verdad que necesitamos. Y así nos va, como en el juego de la oca: de creencia en creencia, y de suposición en suposición… y tiro porque me toca.

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